Una versión de este artículo fue publicada originalmente en PsychoSocial Media.
¿Alguna vez te has sentido como que te estás volviendo loca/o? Tal vez van días o años que algo no se siente bien en tu vida. Tal vez sientes que tus síntomas salieron de la nada. Te preguntas, “¿Qué me pasa?” “¿Por qué me siento así?”
También puede ser que sientes como que no tienes ganas de vivir, o de repente cambia tu modo de ser, o como que pierdes el control. O tal vez te sientes desconectada/o con la realidad, o estás escuchando o viendo cosas que los demás no ven.
Puede ser que las preocupaciones no te dejan en paz. Te detienen en tu vida, no dejándote tomar decisiones o seguir adelante.
¡No estás sola/o!
Si estas experiencias parecen las tuyas, no estás sola/o. Pueden significar síntomas de problemas de salud mental. La salud mental es algo que todos tenemos—y nos impacta de muchas maneras.
Tener problemas de salud mental es normal. No significa que estés loca/o.
La palabra “loca/o” es una etiqueta que usamos para sentimientos o comportamiento que no entendemos. Se nos hacen raros—o nos preocupamos de que la gente nos viera así. Si te llevas algo de este articulo, espero que sea esto: Tener problemas de salud mental es normal. No significa que estés loca/o.
La verdad es que, más del 80% de la población algún día en su vida tendrá algún enfrentamiento con síntomas de salud mental. Estas personas serán conocidos cercanos, familiares, parejas, y otros individuos. Muchas veces no notamos cuando las personas pasan por problemas psicológicos—porque la mayoría no se sienten confortables hablando de sus problemas. Esta vergüenza muchas veces viene del estigma sobre la salud mental y el desconocimiento.
Así que recuerda, ¡está bien sentirte un poco mal! No hay que sentir vergüenza por tus síntomas y lo que sientes. Lo importante es reconocerlo—y enfrentarlo de la manera necesaria para mejorar. Tarde o temprano, querrás respuestas para lo que estás lidiando y querrás saber qué preguntar para navegar los recursos disponibles para recibir la ayuda necesaria.
¿En dónde comienzo?
Primero, hay que reconocer que no te sientes bien, y que te gustaría encontrar maneras que te ayuden a sentirte mejor. Segundo, hay que encontrar respuestas a las preguntas que tengas—para que te ayuden a entender tu experiencia.
Déjate reflexionar y hazte preguntas como las siguientes para entender mejor lo que está pasando:
- ¿Qué pensamientos, emociones, y experiencias estoy teniendo?
- ¿Cuando empezaron mis síntomas? ¿Qué estaba pasando en mi vida en ese tiempo?
- ¿Alguna vez alguien en mi familia ha experimentado algo similar?
- ¿Me siento así siempre? ¿Va y viene? ¿Cuánto me duran los síntomas?
- ¿Me siento diferente de los demás a mi alrededor? ¿Creo que no me entenderán? ¿Me siento confortable hablando con alguien en mi vida?
- ¿Cómo me comporto cuando me llegan estos síntomas? (Tal vez violencia, agresión, falta de cuidado, usar substancias, comer mucho, dormir menos, etc.)
Ahora, piensa en cómo te gustaría encontrar apoyo. Sé sincera/o contigo misma/o de la realidad del esfuerzo que hará, y recuerda que, aunque tal vez te da un poco de miedo pedir ayuda en estos temas, es importante para mejorarse—como cualquier otro problema de salud físico.
Pregúntate esto: “Si me doliera el corazón o lastimara una pierna, ¿pediría ayuda?” Pedir ayuda para la salud mental es igual de importante.
Por favor de seguir explorando este sitio para aprender más de la salud mental. Si piensas que puedes tener síntomas de una condición de salud mental, toma una prueba de depresión o de ansiedad.